domingo, 27 de octubre de 2013

Lou Reed, la muerte de un icono


Adiós a Lou Reed




Hace aún unos pocos días me acordaba de este genio y poeta que se dedicó a la música. Una figura que se despide de nosotros, pero que se puede ir satisfecho por el legado que nos deja. Lou Reed siempre ha sido un músico controvertido, con letras depresivas y con una obsesión continua por narrar historias de los personajes más oscuros y marginales. Tenía 71 años, así que se puede decir que ha vivido intensamente y ha dejado una huella imborrable en aquellos que crecimos con su música y con sus canciones. Desde la mítica Velvet Underground hasta sus primeros discos en solitario. Discos como Transformer, Berlin, Rock'n'roll Animal o Coney Island Baby, entre otros grandes y maravillosos discos. Y es que cada uno tendrá sus temas favoritos, incluso habrá quien nunca haya soportado su música. Pero tanto si te gustaba como si no, la música de Lou Reed ha sido y siempre será grande. Hemos tenido la suerte de escucharla durante años y podremos seguir disfrutando de ella durante muchos más, porque la leyenda no ha hecho más que comenzar.


Perfect Day  (uno de los mejores temas que jamás se han editado)

Fue en los primeros años setenta, más concretamente en 1972 cuando Lou Reed sorprendió al mundo con la publicación de su gran obra maestra, Transformer. A este disco pertenecen joyas como Vicious, A Perfect Day y Walk on the Wild Side. Este es su mejor disco desde entonces y el que lanzó su carrera hasta el punto de convertirlo en un abanderado de la música glam rock, junto con David Bowie. Después vendrían joyas como Berlin, considerado por él mismo como el disco más deprimente de la historia de la música. Eso era exactamente lo que se proponía cuando lo hizo, llevar las historias de la cara oculta de un mundo en el que no era oro todo lo que relucía. Un mundo oscuro en el que convivían prostitutas con drogadictos, travestis, alcohólicos, vagabundos. Un mundo real que puebla las noches de las grandes ciudades y que él decidió mostrar en su faceta más cruda y poética al mismo tiempo, y lo hizo en sus mejores discos, desde Transformer hasta Coney Island Baby.
Después vendrían más trabajos y colaboraciones, entre las que encontramos grandes discos como The Blue Mask y New Sensations. Pero fue en 1989 cuando volvió a la primera plana de la música con un trabajo excelente y con un nivel compositivo similar al de sus mejores tiempos. Hablo de la publicación de New York, otro retrato oscuro e impactante de la ciudad que nunca duerme.
Desde entonces el nivel de Lou Reed ha tenido muchos altibajos, con cosas malas y otras no tanto, pero la gloria de los primeros tiempos nunca volvió.



             Men of Good Fortune 



Adiós Lou, recordando algunas inolvidables canciones y poemas que nos dejaste.



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